Cuantas veces nos ha pasado que queremos cumplir un sueño, pero este se nos hace imposible y sentimos esa frustración al ver que no sucede al tiempo de nosotros, pero porque no te pones a pensar en todo lo que has logrado y dejas de preocuparte tanto por el futuro para que puedas disfrutar tu presente, y con esto no quiero decir que seamos conformistas, pero creo que los seres humanos somos insaciables, siempre vamos a querer más a tal punto que la vida te pasa y no disfrutas las cosas que realmente tienen valor.
Una vez escuche una historia de una mujer, madre soltera, la cual marco mi vida y de vez en cuando la recuerdo para tener presente que es lo realmente importante en esta vida y para hacerme ese recordatorio que todos deberíamos hacernos de vez en cuando.
Esta mujer trabajaba muy duro para darle lo mejor a su hija, trabajaba tanto que descuido su salud y se enfocó solamente a darle cosas materiales a su hija, un día llegando del trabajo sufrió un desmayo muy fuerte, fue llevada a emergencias y luego de muchos estudios y análisis se llegó a la conclusión que esta mujer tenía un cáncer terminal y que le quedaban pocos días de vida, pues ya la enfermedad estaba muy avanzada. A los pocos días esta mujer murió dejando a una niña de 15 años huérfana, cuando fuimos acompañar a la familia a despedirla, la niña solo decía "mami me hubiera gustado pasar más tiempo contigo, ahora sé que no te volveré a ver" lo último que supe 4 años después es que la niña que ahora es una adolescente aún está en manos de psicólogos.
De vez en cuando nos pasa como esta mujer, creemos que las cosas materiales lo son todo y que habrá tiempo más adelante para disfrutar de nuestra familia, pero resulta que se nos escapa un pequeño detalle, Dios es el único que tiene control de nuestro futuro, nosotros como seres humanos nos queda rendirnos a su voluntad por ende "deberíamos vivir teniendo presente que no tenemos control del futuro.